miércoles, 26 de octubre de 2011

Teorías Funcionalistas

EL FUNCIONALISMO

El esquema estímulo-respuesta demostró rápidamente sus limitaciones para explicar una comunicación cada vez más compleja. Los estudiosos que intentaban respuestas desde el punto de vista de la Mass Communications dieron la bienvenida a los aportes que desde la sociología intentó el funcionalismo.

La pregunta básica para esta teoría frente a cualquier mensaje es: ¿qué función cumple este mensaje en relación a la sociedad, al correcto funcionamiento y al desarrollo armónico de esta última?

El funcionalismo tomó prestado de las ciencias biológicas la idea de que todo agente debe ser considerado como parte de un sistema natural o de un cuerpo orgánico. El objetivo de ese sistema o cuerpo será el de funcionar correctamente, crecer y desarrollarse. Cualquier agente, interno o externo, que vaya en contra de esta función principal debe ser tratado como un “virus” o un contaminante y por lo tanto debe ser eliminado o neutralizado.

Los mensajes son tratados de la misma manera. Habrá mensajes funcionales porque su contenido colabora con el mantenimiento y equilibrio de la sociedad; mensajes que contribuyen a la adaptación o ajuste a un sistema dado. Y mensajes disfuncionales que se ven como molestias, como desequilibrios en el sistema y por lo tanto deberán ser neutralizados o eliminados. La teoría, enunciada por Lasswell, fue completada por los sociólogos norteamericanos Paul Lazarfeld y Robert Merton quienes describieron al menos cuatro funciones básicas en la comunicación masiva:



a- Vigilancia del entorno, relevando todo lo que puede amenazar a un sistema de

valores en una comunidad (Los medios son los primeros en mostrar ciertas desviaciones del sistema, por ejemplo los robos cada vez más violentos).

b- Puesta en relación de los componentes de la sociedad con el entorno. Implica

una valoración y toma de posición ideológica (compartir valores) para la interrelación: Todos queremos al "Diego" (Maradona) y criticamos su adicción a las

drogas, mientras establecemos nuestras propias relaciones.

c- Transmisión de la herencia social y cultural: Una función de corte "educativa" frente a las nuevas generaciones. Difícilmente, Carlitos Gardel permanecería como mito nacional si no estuviese en los medios.

d- Entretenimiento: Cada vez más aparece el entretenimiento como la función dominante en los medios, relegando a la "información" (puntos a y b) y a la "educación" (punto c).

Disfunción narcotizante: Entre las funciones negativas (o disfunciones) los investigadores destacaron a la que denominaron “narcotizante”. Con este sonoro nombre (narcótico =droga) quisieron señalar que una intensa exposición a los medios podría llevar al público a la pasividad política y a la no participación. Imaginemos, para ilustrar, a un señor que, mientras toma cerveza y ve televisión en su cuarto, protesta e insulta frente a las noticias sobre las nuevas medidas económicas u otro caso de corrupción. El señor sentirá que está emitiendo y formando opinión pero, en realidad, sólo “habla” con el televisor. No va a la reunión del centro vecinal o del partido político, no interviene en una marcha de protesta ni en la asamblea del sindicato. En realidad no hace nada, no participa.



También se distinguió entre funciones manifiestas y funciones latentes. Las manifiestas son aquellas funciones queridas y comprendidas por los que participan en el sistema. Están allí, pueden verse “a simple vista”. Las latentes están presentes en el mensaje pero de manera oculta, no son buscadas como funciones aunque igual se presentan.

Cuando se discute sobre la conveniencia o no de ciertos mensajes publicitarios (o masivos en general) casi siempre se lo hace en términos del funcionalismo. Se dice que tal publicidad sobre productos para reducir el peso es funcional si logra como efecto que el receptor se vea impulsado a la compra. “Consuma “XX” y baje 10 kg en 2 semanas”, nos proponen desde lo manifiesto. Pero, al mismo tiempo, desde lo latente, se presenta un determinado modelo de mujer (con todo lo que puede transmitir una imagen). El efecto, no “previsto” para una parte del público puede ser disfuncional: sentirse discriminado en la sociedad, deprimirse o aislarse porque su figura no se ajusta al modelo propuesto.

Podríamos realizar un análisis similar con respecto a los actuales “Reality Show” entre el “funcional” entretenimiento y la “disfuncional” desnudez de las bajezas humanas.

En general, los críticos a la teoría funcionalista de los medios de comunicación coinciden en que la teoría es, en su origen, conservadora: evalúa como “bueno” que el sistema social actual se mantenga estable, se desarrolle y no presente cambios abruptos. Lo funcional y lo disfuncional siempre se medirán en relación a esta estabilidad.

Por otra parte señalemos que siempre los mensajes tendrán aspectos funcionales y disfuncionales al mismo tiempo, dependiendo su evaluación como tal del público receptor y del contexto.

El modelo de comunicación desarrollado por los funcionalistas puede sintetizarse así:

¿Quién (emisor), dijo qué (mensaje), por qué canal

(código y canal), a quién (receptor) y con qué efectos

(feedback)? [1]
Cada una de estas preguntas proponen distintas áreas de investigación: el “análisis del control”, el “análisis del contenido”, el “análisis de los medios de comunicación”, el “análisis de la audiencia” y el “análisis de los efectos” respectivamente


[1] Harold Lasswell, 1948


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